Ser animador o animadora de fiestas infantiles es una tarea placentera en la cuál podemos desarrollar toda nuestra creatividad. Los niños son una fuente infinita de deseos de diversión y, gracias a la animación, podemos conseguir que se diviertan. Si la fiesta tiene un animador el homenajeado pasa un día hermoso y sus padres se despreocupan de la organización, dedicándose por entero a divertirse. Nosotros, como animadores, somos los verdaderos responsables de que la fiesta sea un verdadero éxito!!!